Margarita de la Pisa

Nací en 1975, soy la cuarta de seis hermanos, viví toda mi infancia en Madrid (Aravaca) y fui al colegio Mater Salvatoris, al que le agradezco, junto a mi familia, su formación espiritual y moral, el suelo que me ha permitido construir mi vida y ordenar prioridades. Con una clara vocación por las ciencias estudié la licenciatura de Farmacia en la Universidad Complutense de Madrid, con la especialidad en biotecnología. Empecé a trabajar en Lilly (industria farmacéutica) de visitadora médica en cuanto acabé la carrera y allí estuve 5 años, una experiencia que me cambió la perspectiva de desarrollo profesional que yo intuía en un laboratorio y acabó recorriendo centros de salud y estrechando manos, entender el comportamiento humano y el poder de la palabra, han sido las herramientas más valiosas que me regalaron esos años. Después ascendí en Gelos, un laboratorio nacional, como Jefe regional de ventas. Me casé mientras tenía este trabajo, pero surgió una oportunidad profesional para mi marido fuera en Francia y no dudé en dedicarme por unos años 100% a mi familia. Después busqué una alternativa profesional que se adaptara en horarios a la dedicación que exigía los niños y tuve oficina de farmacia en un pequeño pueblo de la provincia de León. Esta etapa también fue especial por mi colaboración con Red Madre, mi relación con madres en situación de dificultad me corroboró el callejón sin salida en el que se mete a quienes están en esta situación y que con agarrarles la mano andan en otra dirección. Mientras, y como parte del tiempo que he dedicado a mis hijos, he colaborado con su colegio en un proyecto educativo propio llamado Abre tus Alas. Para reforzar el proyecto estudié Neuropsicología del aprendizaje en la Unir, me hizo entender al niño y al ser humano en otra dimensión mucho más comprensiva. Participo como moderadora en cursos de de orientación familiar (primeros pasos: el juego) de IFFD. El máster Mujer y Liderazgo en en Aliter me abrió los ojos sobre la importancia de ofrecer al mundo mujeres que conserven su feminidad y sensibilidad a la hora de ejercer un liderazgo.